Qué es un royalty en una franquicia es una pregunta que se plantean muchas personas a la hora de considerar poner su propio negocio de estas características. El negocio franquiciado posee numerosas ventajas intrínsecas, como es el aprovechamiento del prestigio previo de una marca o de una cadena de establecimientos, y de la presencia de estos en determinados núcleos urbanos, así como el ahorrarnos diversos costes asociados a fundar un negocio de nueva creación (entre ellos, las inscripciones a registros, los desembolsos de protocolos notariales, y un largo etcétera).
Pero también es cierto que el embarcarse en establecimientos de este tipo igualmente conlleva algunos gastos intrínsecos, propios y peculiares de ellos, y que hemos de conocer y tener presentes para tomar las decisiones más acertadas y más fructíferas. El royalty es uno de ellos.
Si buscamos en Google royalty, lo primero que nos saldrá sobre ello será lo siguiente: “Derecho que hay que pagar al titular de una patente por utilizarla o explotarla comercialmente”. Es decir, es un importe que la persona franquiciada le pagará al franquiciador de forma mensual, trimestral o anual, por los servicios que este le presta. Es importante que tengamos en mente este concepto ya que es el que se suele escapar de la mente de los franquiciados potenciales.
La inversión suele estar clara porque es el desembolso económico más elevado y con el que contamos desde el momento en el que decidimos que queremos montar nuestro propio negocio. El canon de entrada es la suma que el franquiciado paga por la adquisición del know-how, la cesión de los derechos de explotación en su zona de exclusividad y la licencia de uso de la marca, pero, ¿y el royalty? Hagamos hincapié sobre este concepto con algunas de las preguntas frecuentes.
¿Qué es el royalty en un negocio franquiciado?
Suele vincularse con otras determinadas condiciones contractuales que se le piden a menudo a quien desea impulsar un negocio de esta índole. Es habitual (pero no necesariamente sucede siempre) que las franquicias cobren a sus franquiciados varios conceptos. Ojo: estos varían según la relación contractual específica que se haya establecido entre franquiciador y franquiciado. Tales conceptos, habituales, pero no necesariamente omnipresentes, serían los que enumeramos a continuación:
- Canon o derecho de entrada. Es una determinada cantidad de dinero que el franquiciado deberá abonar a la central franquiciadora. Suele formar parte de las condiciones de financiación previas del negocio que vamos a establecer, pues la casa madre va a proporcionarnos financiación para el inmovilizado, sea material (como, por ejemplo, el mobiliario o la maquinaria), inmaterial (así por ejemplo, programas informáticos) y financiero (como es el caso de la fianza de arrendamientos), entre otros conceptos.
- El royalty, también conocido como canon periódico, y que estamos tratando aquí. No todas las franquicias lo cobran.
- Otros pagos, generalmente vinculados a los servicios que presta la casa madre al establecimiento franquiciado. Así, nos podemos encontrar con gastos de comunicación y publicidad que hemos de pagar a la central, gastos de formación (capacitación profesional, formación continua, etc), gastos por servicios especiales, etc.
Hay franquicias que pueden decidir basar su remuneración en el margen del producto. En los últimos tiempos ha surgido una nueva especie de franquicia low cost y son muchas las redes que se ofrecen como “franquicias sin royalties”. A la hora de establecer qué es un royalty en una franquicia, hemos de insistir en que no todas las centrales franquiciadoras lo cobran, y que no se trata, pues, de un concepto forzosamente incluido en la transacción de fundar un establecimiento de estas características.
¿Cómo se calcula el importe de un royalty?
Lamentamos decirte que no existe una fórmula universal. Este dependerá, por tanto, de la franquicia y va desde importes variables, importes fijos, importes fijos progresivos, variables en función de las ventas o en algunos casos de las compras o ventas.
A la hora de plantear y conocer qué es un royalty en un negocio franquiciado, hemos de tener presente esa variabilidad. Normalmente, los importes se mueven en un intervalo de entre el 1% y el 10% de la facturación del franquiciado situándose entre el 3% y el 5% en la mayoría de los casos.
Si se realiza con precisión este cálculo, se puede saber el punto óptimo de royalty para cada empresa o negocio, pudiendo cobrar un royalty diferente empresas del mismo sector. Por ejemplo, no es lo mismo franquiciar un negocio con una súper marca y unas súper operaciones, que si empiezas de cero. El servicio y el valor que vas a añadir es diferente, así que debes calcular el royalty proporcional al valor real que se añade.
Para calcular el royalty se deben tener en cuenta los siguientes factores:
- El coste directo por prestar servicio continuado al franquiciado.
- El valor que supone al franquiciado el servicio central, en concepto de ingresos y costes.
- El desarrollo de la red en relación a la estructura central de la franquiciadora.
- La rentabilidad del franquiciado.
- La rentabilidad del franquiciador.
¿Qué cubre un royalty?
- Los costes derivados de la exclusividad en una zona geográfica.
- El soporte técnico (ayuda y asesoramiento) que ofrece la empresa franquiciadora.
- La investigación en I+D que realiza la casa matriz para obtener nuevos productos, procedimientos de gestión, etc.
- Los costes testo y lanzamiento de esos productos.
- El marketing general de la marca. Suele cubrir las acciones de marketing nacional de cara a mejorar el branding o marca. Las campañas locales de cada tienda/local habrán de ser realizadas por cuenta individual en cada área.
- La Central de compras de productos/servicios, que debe actuar como central de compras para negociar con su pool de proveedores precios y condiciones mejores de los que pudieran conseguir con carácter individual
- La formación continua ofrecida a la franquicia (cursos, conferencias, visitas…).
- Y otras partidas más específicas que dependen de cada casa franquiciadora.
- Cuando una firma cuenta con puntos de venta distribuidos por el país, tiene que repartir los gastos generales de la empresa entre sus delegaciones, y se realiza mediante la partida “gastos generales”, o incluso repercutiendo los gastos por los departamentos a los que hace referencia el gasto a repartir. Sin embargo, cuando hablamos de una red de franquicias, no podemos cargar ni repercutir ningún gasto de forma directa, sino mediante un sistema de Royalties.
Es fácil calcular si el pago del royalty es caro o barato. Todo depende del servicio que recibas por él y por los resultados que te permita obtener ese servicio.
El saber y discernir adecuadamente qué es un royalty en una franquicia es importante. Conocer estos conceptos que hemos desarrollado y el cómo se asocian al contrato que vayamos a firmar es fundamental.
Por tanto, si has decidido hacerte con un negocio franquiciado, sabes que va unido a una inversión por poner en marcha la actividad empresarial. Si tu idea es emprender y hacerlo a través de una franquicia, tienes que valorar tus ingresos iniciales y si cuentas con financiación privada. No obstante, debes estudiar si el negocio es rentable y merece la pena invertir en él.
Analizados los pros y contras, presta atención al contrato de franquicia, al canon de entrada, royalty y canon publicitario, todos ellos deberás tenerlos en cuenta periódicamente y son claves para saber si toda esa inversión entra dentro de tus posibilidades.
Si es así, adelante, es el momento de decirte y abrir tu propia franquicia. ¡Suerte!
