Las funciones de la ayuda a domicilio se hallan definidas por diversos organismos públicos en todo el mundo, y en España se han difundido mediante la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, popularmente denominada “Ley de Dependencia”, así como por los servicios autonómicos de salud en que se distribuye la gestión del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD) en todo el país.
La mucha mayor sensibilización frente el problema del envejecimiento demográfico y del creciente contingente de población con pérdida de autonomía personal y en situación de dependencia, no es un fenómeno privativo de España, sino que también se observa en las más dispares latitudes del orbe. Tal es el caso del propio entorno internacional hispanohablante. Ha de tenerse en cuenta que se prevé para el 2050 más del 20% de la población iberoamericana tendrá por encima de los 65 años de edad. Así, las políticas de dependencia se desarrollan en Argentina, a través de la Dirección Nacional de Políticas para Adultos Mayores (Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia – Ministerio de Desarrollo Social – Presidencia de la Nación); Chile, con instituciones como el Instituto de Previsión Social (IPS) y la Secretaría Nacional del Adulto Mayor (SENAMA); Ecuador, con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES); México, Uruguay y Paraguay.
Además, existen organizaciones de integración supranacional para la unidad técnica de las políticas de dependencia entre los países hispánicos de América, y donde también participa nuestro país: la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) y la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS). Por tanto, con todo ello podemos afirmar al respecto que la dependencia y la ayuda a domicilio son conceptos que tienden, cada vez más, a una positiva universalización.
¿Cuáles son las funciones de la ayuda a domicilio?
El servicio de ayuda a domicilio para personas dependientes, que en nuestro país cuenta con el respaldo de ayudas públicas dependiendo de los grados y niveles de dependencia de la persona afectada (yendo desde la Dependencia Moderada o de Grado I, hasta la Gran Dependencia, o de Grado III), se define por las siguientes tareas:
- Tareas del hogar y cuidados personales. Ello abarca desde la limpieza, la cocina, el orden en la casa, hacer la cama, hacer la compra, etc, hasta la asistencia a la persona dependiente en las tareas básicas de su día a día.
- Ayuda sanitaria (en algunos casos se llega al perfil de enfermeras a domicilio): en este apartado incluiríamos el control de las tomas de medicación, las inyecciones si fueren necesarias, y otros aspectos relacionados con las necesidades sanitarias específicas de personas dependientes mayores o enfermas.
Es preciso hacer hincapié en que ambos perfiles se diferencian sobremanera entre sí y que no debemos confundirlos. Su diferenciación reside en las apremiantes necesidades de persona en situación de dependencia. No es lo mismo una enfermera a domicilio o un auxiliar de ayuda a domicilio (segundo supuesto) o una asistenta a domicilio (primer supuesto).
Para escoger un buen auxiliar de ayuda a domicilio, el perfil más solicitado para estos menesteres, es necesario que tengamos presentes aspectos como:
- La trayectoria profesional y tendencia a la especialización en cuidados a domicilio.
- Las capacidades personales del candidato: qué es lo que más le gusta de su trabajo, qué experiencia tiene en estas labores, pues la comunicación y empatía con el paciente son de capital importancia para la buena marcha de los cuidados.
Las funciones de la ayuda a domicilio son más variadas y complejas de lo que parecen. Desde mSoluciona te ayudamos a escoger al profesional más indicado, pues somos empresa autorizada de servicios a la dependencia.